Lucas 6:36 – Deben ser compasivos, así como su Padre es compasivo. Sé misericordioso
Este precioso versículo nos enseña una hermosa lección sobre la compasión, piedad y misericordia. Jesús nos manda a todos ser misericordiosos, como nuestro Padre Celestial es misericordioso. Nuestro Dios es compasivo y misericordioso con nosotros, sin importar nuestro estado. Nos pide que lo imitemos y que seamos compasivos con los demás, misericordiosos con todos, incondicionalmente, de corazón. Si Dios, que es Todopoderoso es capaz de perdonar los pecados de todos los seres humanos, sin excusa alguna, ¿Por qué nosotros no podemos perdonar y tener compasión de los demás?
La idea de este concepto Hebreo es el pacto: amor o lealtad al pacto. La compasión de Dios está en el contexto que habla sobre el pacto, Nosotros vivimos bajo el nuevo pacto, hecho por Jesús, obtendremos compasión y perdón total de Dios a cambio de creerle, rendirle lealtad y compromiso, para seguirle hasta el fin.
Dios tuvo tanta compasión de nosotros que vino al mundo, como uno de nosotros, fue humillado y murió en la cruz. Por esta razón, Cristo es exaltado, por el gran testimonio de bondad y compasión.
Cuando somos misericordiosos como nuestro Padre Celestial, somos hijos de Dios, nosotros, nuestra familia y los que nos rodean.
Si no has sido misericordioso, bondadoso o compasivo, arrepiéntete, acude a Cristo, pídele un nuevo corazón.
Todos, seamos humildes, educados, clementes y serviciales. Ayudémonos el uno al otro en necesidad, a todo aquel que esté en pobreza, ayudarles tanto como podamos. Si recibes bendiciones del Señor, comparte tus bendiciones con los demás, para que la gloria del Señor sea grande y a la vista de todos, Amén.