No Juzgues – La semana pasada, un niño pequeño extraño llegó a mi escuela. Mis compañeros y yo comenzamos a intimidarlo sin saber lo que había pasado. Al día siguiente, el chico nos contó su historia y fue entonces cuando nos dimos cuenta de que no deberíamos haberle ofendido y hablado mal de él sin saber por lo que él había pasado. Nadie en este mundo es perfecto. Solo Dios tiene autoridad para juzgarnos.
Mateo 7: 1 – No juzgues para que no seas juzgado.
Sunamita Ligia Pricop