Hola, Dios te bendiga.
Hay historias en la Biblia que a veces no son fáciles de entender, pero que nos reflejan aquella manera en que Dios actuará en el día del juicio final; tú dices: Pastor es un tema que a mí no me gusta escuchar, ni me gusta hablar, todo lo que tenga ver con juicio, pero es una realidad, la Biblia dice que nos toca vivir una vez, morir una vez y después el juicio.
Jesucristo abordo este tema y en el capítulo 25 del Evangelio según San Mateo, Mateo nos cuenta la historia de aquella, de aquel relato que Jesús le hizo a los discípulos, y les dijo que un día Dios, así como el pastor separa a las ovejas de los cabritos, separará a las naciones, separará a las personas. Los que fueran a la derecha dice Jesús, serían las ovejas, aquellos que tendrían un trato deferente de Dios, aquellos que estarían en una posición de salvación, de bendición, de bienestar en el cielo y los que compara con cabritos, y los que compara, y los pone a la izquierda, son aquellos a los que no les va a ir bien, son aquellos que estarán en la posición de juicio, de condenación y de muerte eterna.
Sigue hablando Jesús acerca de esto, dice “porque tuve hambre me diste de comer, tuve sed y me diste de beber, estuve enfermo y me visitasteis en la cárcel y vinisteis a mi” y claro los discípulos, personas que ya habían aprendido a decir la verdad y que eran sinceros dijeron, Jesús jamás, jamás te hemos visto enfermo y te hemos visitado, nunca te hemos ido a visitar a la cárcel, es que: ¿cuándo es que te hemos dado de comer? y Jesús dice: “Cuánto hiciste por uno de estos pequeñitos a mí me lo hicisteis”. Y así también habla con aquellos que había puesto a la izquierda y les dice lo mismo, “estuve enfermo y no me visitasteis, estuve en la cárcel y no vinisteis a mí, tuve hambre y no me diste nunca lo comer” y claro, ellos dicen: jamás, jamás hemos estado en esa posición de poder atenderte y Jesús dice: “en cuanto No sé lo, no lo hiciste con una persona sencilla, común y corriente, a mí tampoco me lo hiciste”. Y esa iba a ser la razón por la cual, unos iban a ser puestos a la derecha y otros iban a ser puestos a la izquierda.
Tú dices: ¡Pastor! entonces ¿la salvación se obtiene por, por obras?, entonces: sí yo ayudo a la gente, si yo les doy alimento, si yo les doy ropa, si yo visitó a los presos en la cárcel, si yo visito a los enfermos en el hospital; entonces: cuánto más presos visite, cuanto más enfermos visite, cuánta más ropa regalé, ¿eso va a hacer que yo esté a la derecha o a la izquierda?, ¡no!, Jesús estaba hablando de motivaciones y Jesús estaba hablando del motor por el cual hacemos las cosas. Primero recibimos salvación de Dios, a través del arrepentimiento, a través del perdón de nuestros pecados; e inmediatamente, ahí somos posicionados o a la derecha o a la izquierda, cada uno de nosotros que tomamos una decisión por Dios, es ahí que somos tratados como ovejas por el pastor, y a partir de ahí comenzamos a dar evidencia de esa fe que ahora tenemos, y por fe visitamos a los enfermos, y por la fe que nos mueve, y el amor que nos mueve hacia Dios y hacia las personas, es que vamos a las cárceles, es que repartimos alimentos, es que hacemos otras cosas.
Ahora los de la izquierda son comparados con los cabritos, y ahí, aquí, necesitaríamos hablar un poco largo y tendido; pero trataré de resumir y creo que tú que me estás escuchando, no eres ajeno a las diferencias que hay entre una oveja y un cabrito, y la oveja es un animal muy dócil, la oveja es un animal aunque torpe, obediente y dependiente del cuidado del pastor; la cabra es un poquito rebelde, la cabra tira para el monte, la cabra va por sí misma y eso es, lo que hace que muchos de nosotros seamos puestos a la derecha o a la izquierda; las actitudes de nuestro corazón hacia Dios, sí respondemos hacia Dios con docilidad, si respondemos hacia Dios en consecuencia del amor que él nos está brindando, o si somos rebeldes, caprichosos, tercos, obstinados. Debemos saber que un día en el juicio final habrá una separación.
Momentos antes de Jesús abordar esta parábola, esta historia, él habla, dice: “que estarán dos en una misma cama, el uno será tomado y el otro será dejado”. Habrá dos personas trabajando en el campo, la una será tomada, la otra será dejada. Lo que está diciendo es que, el vivir cerca, el estar cerca de una persona que tenga fe, que tenga confianza en Dios, que haya, que tenga buena relación con Dios, eso a ti no te beneficia, si es que tú no tienes una relación personal con Dios; un día habrá una separación, un día habrá una separación, lo dijo Jesús, yo lo creo y todos lo experimentaremos, mi deseo es que tú puedas estar a la derecha, mi deseo es que a partir de hoy tú puedas ser contado como una oveja; Tú dices pastor, mis actitudes, mi conducta, yo creo que tengo, más que una oveja tengo un lobo aquí adentro que me hace, que me hace desear las cosas malas, que me hace alejarme de Dios, mira, eso se puede terminar hoy mismo.
Jesús cuando entra a tu corazón y a mi corazón, él toma gobierno de nuestro corazón, y echa de nuestro corazón todo otra actitud que no sea correcta, toda otra actitud que nos haga parecernos a una cabra y no a una oveja, hoy es el día de decidirlo, esto tú no lo podrás decidir, tu no podrás ir al cielo después de morirte y decir “yo quiero estar en aquella fila, yo quiero estar a la derecha” porque un día escuche a un muchacho, un Pastor que hablaba por, por un video, no, no, es hoy, tú lo decides hoy, y cuando mueres tú ya tienes tu lugar asignado, en consecuencia a cuál haya sido tu respuesta hacia Dios en esta tierra.
Espero te sirva de ayuda, Espero te ayude a reflexionar y a considerar, de qué manera tú estás viviendo. ¡Que Dios te bendiga!
Pastor Marcelo Rodríguez Marel
Iglesia Centro Cristiano El Renuevo, Ciempozuelos España