La vida de los apóstatas del Islam en Pakistán.
Se dice que los apóstatas del Islam han ganado un billete de ida al infierno. Hasta donde yo sé, literalmente se han salvado del infierno. La identidad de Pakistán es la fe. Es el único país que su base está fundada sobre la fe; aunque Israel fue fundado para los judíos, siempre fue una sociedad secular. Pakistán se convierte en un país frágil si le quitas la religión, las personas fusionan subconscientemente la fe y la identidad nacional todo el tiempo. La obsesión de Pakistán para la religión y el terrorismo religioso que lo acompaña es algo que ni siguiera los expertos pueden explicar. Los apóstatas del Islam a menudo ocultan su “traición al Islam” porque tienen que mantener sus corazones latiendo con fuerza. En una sociedad tan religiosa, es imposible evitar las discusiones islámicas.
Los musulmanes liberales defienden lo que dice el Corán sobre la apostasía, moldean los hechos y hacen los castigos “menos severos”, pero está bastante claro en el Corán, hay que matar a todos aquellos que abandonan el Islam.
Nasai Vol.5, Libro 1, Hadith 4053: El profeta dijo: “No está permitido derramar la sangre de un musulmán excepto en tres casos: un adúltero que había estado casado, tiene que ser apedreado hasta la muerte”, un hombre que mató a otro hombre intencionalmente, debería ser asesinado; y un hombre que abandonó el Islam y lucho contra Alá, el Poderoso y Sublime, y su enviado, que debería ser asesinado o crucificado o desterrado de la tierra.
Muchos musulmanes abrazan a Jesucristo con el corazón, pero no se bautizan y practican el cristianismo debido al temor de ser brutalmente asesinados. Dejar el Islam en Pakistán no se trata solo de dejar una religión, se trata de dejar a toda la familia, ser rechazado por la sociedad, y correr el riesgo verdadero de ser asesinado por los radicales del Islam (musulmanes devotos). Se convierte en una vergüenza que una familia musulmana promedio tiene relaciones con los apóstatas. Muchos practican el cristianismo en secreto, pero los que se descubre que están traicionando son castigados hasta el punto de ser quemados vivos o electrocutados hasta la muerte. Esta es la intolerancia que enseña el Corán y la religión obsesionada con la sociedad de Pakistán va un paso más allá al dar la muerte más dolorosa. Esto también pretende ser un ejemplo para los demás, por lo que nadie piensa siquiera en abrazar el cristianismo en el futuro. Este temor ni siquiera permite a los musulmanes investigar el cristianismo. Se vuelven reacios a creer lo que están viendo porque en sus mentes subconscientes conocen el castigo inminente que tendrán que sufrir por la sociedad y la familia, y mucho menos por Alá.
Mazhar Nathaniel
Amsterdam, Holanda