Somos iguales.
Juan 13: 12-15 – Cuando Jesús se hubo lavado los pies y se había puesto su túnica exterior, se sentó nuevamente y les dijo: » ¿Sabéis lo que os he hecho? Vosotros me llamáis Maestro y Señor, y tenéis razón porque esto es lo que soy. Entonces, si yo, vuestro Señor y Maestro, he lavado vuestros pies, también vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis.
En este versículo, Jesús lavó los pies de sus discípulos y les aseguró que eventualmente entenderían este acto.
Al lavar los pies de sus seguidores, Jesús es un ejemplo para toda la humanidad. Si Él, nuestro Dios todopoderoso, humildemente puede limpiar los pies de los demás, entonces debemos hacer lo mismo. Debemos amar a los demás y tratarnos unos a otros como desearíamos ser tratados a cambio.
Jesús nos enseña que todos somos iguales a los ojos de Dios. No hay divisiones de riqueza, estatus o grandeza: todos somos iguales. Como cristianos, siempre debemos tratar a los demás con respeto, así como Jesús trató a sus propios discípulos. Con una igualdad y una justicia tan abundantes como núcleo, de manera que, la fe cristiana seguirá atrayendo a la gente hacia ella. Amén.